¿Qué es lo que define quiénes somos? ¿Nuestro trabajo? ¿Nuestras amistades? ¿Nuestro legado? ¿Nuestro pensamiento?
Estoy pensándolo mientras escribo, y la verdad es que no acabo de ver claro siquiera si hay un solo yo o en realidad somos los distintos "yoes" según los percibe el mundo que nos rodea. Más aún, puede que sea ese conjunto de yoes percibidos el que forma el yo que permanece, uno solo, si es que existe.
Supongo que como en casi todas las cosas, no hay una sola solución al problema. Para cada uno de los que nos rodean somos una persona diferente, para nosotros mismos somos otra, y el conjunto de todas ellas forman, sin duda, otra más.
Estaba pensando en esto porque habiendo tantas visiones diferentes de cómo es uno, es inevitable que haya también opiniones somo cómo debería ser uno. En un principio podemos pensar que eso no es malo, si se hace desde la amistad, desde el deseo sincero de hacer la vida de esa otra persona mejor. Sin embargo ese caso, si es que se da, no es lo más común, y probablemente ni siquiera lo más acertado. Una forma de ser, una vida, no se puede aconsejar. Si realmente se quiere se puede amasar, a través de la amistad, del amor, de la dedicación y el ejemplo, de la interacción, como de padres a hijos, pero no es algo que se pueda hablar, ni que se tenga que hacer de hoy para ayer. Y sobretodo hay que tener claro que amasando nos manchamos las manos y cambiamos nosotros mismos.
No somos Dios jugando con arcilla. Nadie está sobre nadie, y como en un auto de choque, damos golpes, pero los recibimos. Acción y reacción y miles de yoes construyéndose unos a otros.
No, pretender cambiar a alguien a como debería ser es un acto de puro egoísmo. Primero por creer que nuestra visión de alguien es LA visión con mayúsculas. Qué error más grande. Segundo porque el fin no es sino satisfacer nuestras propias preferencias, adaptar a esa persona a nuestros caprichos, quitar lo que no nos gusta y mantener lo que sí. Un ejercicio de vanidad enorme.
Cada cual es como es gracias y a pesar de todos los demás. Hoy somos así y mañana puede que seamos diferentes, y en el camino nos formamos constantemente. Sólo las personas que comparten una vida dejarán una huella en los otros. Para el resto, vive y deja vivir.
